sábado, 29 de julio de 2023

Singladura por el Mediterráneo. Bitácora 1 de 3

Embarcar. Volar. Aterrizar. Carretera y calor. Día de votaciones reñidas tensando el futuro: individualismo/ colaboración... 

Navegaremos hacía Granada desde la Linea. Somos 4 con el PER y una VIP. Yo llego con viento del norte...

Es de noche; noche tórrida que bate récords. Nos vamos conociendo tomando pescaíto frito porque marinarnos, lo haremos mañana. Repasamos la jerga de a bordo, la meteo y la etapa inicial. El barco ha llegado a Marbella a motor y con calma chicha, pero mañana hay previsión de poniente fuerza 5/6 de la escala de Beafourd* a partir de las 14,30.

puerto deportivo de MB
Así pues se decide salir pronto, a las 8 am, para pasar el cabo de Cabopino (1), con fuerza 3/4 y quedar al resguardo del cabo de El Faro (2), para guarecernos en el puerto de Benalmadena, donde llegariamos sobre las 13,30h. 
Derrota 1 previsión

Embarcamos dispuestos a descansar. El puerto es una mezcla de ruido, música (¿música?), alboroto, hedor a orina, alcohol...

Bien que mal dormimos o lo intentamos. Camarote de popa para mí. Banda de babor.

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Continúa en Bitácora 2
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Escala de Beafourd*




viernes, 28 de julio de 2023

Singladura por el Mediterráneo. Bitácora 2 de 3

Para navegar es preciso atender una rutina de seguridad. La mar no siempre ayuda si no has sido previsor y a veces, ni aún siéndolo.
Hay que arranchar todo a son de mar, revisar que motor y sistema eléctrico funcionen (imprescindibles en caso de necesidad) y algunos etcs más.

-Como la previsión del viento es de más de 23 kts a partir de la 14,30 (mucho… para una navegación cómoda),el patrón decidió salir a las 8 a.m, pronto, para pasar el cabo de Fuengirola antes de las 13 y llegar a atracar a Benalmadena. Allí valorar según se confirme o no la meteo. 
A una hora de navegación a motor sale el viento, vamos a buscarle hacia el sur, nos alejamos de la costa pero al fin sacamos las velas. 
Tomamos rumbo por la aleta !mi preferido!. Me gusta navegar con el viento de popa que mantiene al barco sin escora y al ir "con el viento", como en globo, no se tiene sensación de frío.

Me hago cargo del timón y peleo contra el oleaje. El velero tiene un timón que responde lento y recupera lento. Eso hace duro el puesto de timonel.

-Bordo hacía Benalmádena?
La tripulación charla…, disfruta del momento
-Bordo a Benalmádena? estamos de través
-
La tripulación debate si hacer lo dicho o no... seguir...  guarecerse…
-A este rumbo podemos llegar a la cala de Vélez
-Pero el viento subirá y la ola también...
-¡Más emoción!
-Insisto: bordo ahora o nos pasamos. Han confirmado atraque al patrón
Arrecia el viento. Sube la ola. Arrecia más. Sube más la ola…
-!Hay que quitar trapo, recoger vela!, coger un rizo a la mayor y recoger vela de proa
-¡Perderemos velocidad!
-¡Pero ganaremos seguridad y confort!
-Tenemos Málaga mas cerca que la cala de Vélez
-O volvemos a Benalmadena...
-¿Con esta mar de proa? ¡ a Málaga!…

Cuchareando, tratando de no bandear, llegamos a una  milla aproximadamente del puerto de Málaga. Son las 18 h. 
-Hay que arriar la mayor y recoger el Génova; entre ambas maniobras arrancar el motor, que aún en la bahía la ola está tendida. 

El timón ahora lo pilota un compañero y al ir a buscar la manivela un bandazo hace que me golpee el costado contra un esquinero de la bañera. Un golpe seco que de momento y en el fragor de la maniobra, apenas aprecio.

Avisamos por radio, canal 11, para que nos den atraque. Nos toca esperar a palo seco a que salga el Melillero (que fue durante cuatro años  mi transporte de fin de semana..), el timonel se ayuda en la espera del motor de proa para no derivar hacia las rompientes del muro de la malagueta.

Entramos al socaire, (el puerto está bien protegido del poniente), apenas una brisa se aprecia, la mar en calma y de pronto… se para el motor. No arranca. No hay manera. Al pairo y en mitad del puerto.

-Saca un poco de Genova. Con la brisa y el motor de proa podemos atracar. Avisa por el canal 9 para que envíen algún marinero a cogernos amarras desde tierra. 

Toda la tripulación,aún cansada, se pone a los puestos atenta, en guardia, consciente de lo arriesgado de la maniobra por poderse golpear el navío al atracar

-!Vamos! Puestos de amarre a proa, a popa, el bichero! 

Hay dos marineros esperando para darnos ayuda. Caemos por la banda de estribor, con mucho temple por parte del piloto. 
Esta vez la suerte nos hace un guiño y atracamos a la primera y con apenas una embestida suave, casi dulce. Parece que nos hemos quedado sin gasoíl.
Aviso para navegantes: 100m antes y nos hubiéremos quedado a la deriva, ante un puerto y con mala, mala mar. Una mar que no perdona. Toca saber si el motor se ha ensuciado (los filtros…). Será mañana. 
Ahora Málaga nos recibe y nos da un respiro que bien merecemos.
puerto de Málaga
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Continúa en Bitácora 3
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Singladura por el Mediterráneo. Bitácora 3 de 3

Amanecemos buscando un servicio de gasóil. No hay. Sólo nos queda ir a buscarlo con bidones. A media mañana el motor tose, pero no arranca. Arranca pero tose.
-¿Salimos?
-No. Hay que asegurarse que irá bien, (algunos opinan..). Otro sabe de motores y limpia no sin esfuerzo, los filtros.
El motor arranca pero sigue tosiendo. Tose y se para.
-Es preciso que lo revise un mecánico. El criterio del patrón es inapelable. Localizamos a uno dispuesto a venir ya. Ya …nos dan las 15 h.
- ¡Algas! ! Un tapón de algas en uno de los conductos…

Por fin y con seguridad, soltamos amarras y teniendo todo a son de mar, enfilamos a la entrada del puerto de Málaga.
Un ferry entra, un catamarán sale. No. Se da la vuelta. Hace un poniente brutal ( 23/24 kts) con ola de unos 2 m.
-Vamos a por gasóil?
-No. Nos zarandeamos…
-La gasolinera esta en el Candado y con esta mar la entrada al puerto es arriesgada.
-Y…¿con esta mar navegaremos con 40 l. de gasóil?
-Entraremos a por él en la caleta de Vélez que está mas accesible, a unas 40 millas (unas 6 h) y después fondearemos para pasar la noche en la Herradura.

La ola es de través y es… ¡cataplaf!!, el barco se bandea de babor a estribor impetuosamente. Las olas corridas, más que picudas nos zarandean. Parece que estuviéramos en una batidora.
Estoy en el camarote colocándome un pantalón largo para protegerme del sol y soy lanzada contra los paneles de babor a estribor como un fardo. Se me resiente el costado que ayer me golpeé 
-Partes blandas y no costilla, pienso, pero doler, duele.

Me quedo en la cámara semitumbada para evitar resentirme más estando en la bañera. Durante 4h. y repetidamente damos bandazos: se abren los tambuchos por el ímpetu de las olas y lo bravío del viento…cae menaje… hay agua por el pasillo (¿la sentína?), las colchonetas de los asientos van ahora a babor ahora a estribor… Singladura movida. Bordos imposibles…
-¡Mucho trapo!
-¡Recogemos Genova ! ¡Cuidado con la escota! ¡Se suelta! ¡Agarraos! ¡Cuidado, hace de látigo y es peligroso! No tenia nudo de tope… pero finalmente se recoge la vela sin daños.
-¿Ves aquellas boyas amarillas?**
He subido a la bañera.
-Si. Delimitan una zona.
-¿Las atravesamos?
-No, no. Hay que rodearlas. Marcan algo a lo que dar resguardo, ¡si! Hay un vivero!

Rodeamos la zona y caemos al puerto de Vélez; puerto pesquero y, justo a la entrada de babor, está la gasolinera. Son las 19,26 h.y cierran a las 19,30h.
El operario nos espera y nos coge cabo. Repostamos, ufffff.
No podéis quedaos aquí sancionan y no hay pantalanes libres.
-Pero la mar sigue tremenda.
-El poniente (ponientazo) cae con el sol. Aún así no fondearemos en la Herradura, mucha ola, dice el patrón
-¿Entonces?
-Seguimos hasta Motríl
-Pero, ¿hay atraque libre?
El patrón llama al puerto, el viento nos abate y hace la maniobra de salida todo un reto, la hélice de proa vuelve a ser de gran ayuda. Salimos de nuevo a ese mar encabritado y desmelenado. Hay atraque.. confirmado. Nos esperará un marinero para indicarnos desde tierra el lugar asignado.

Va cayendo la noche, la ola no decae.
-¡Las luces de navegación!
El viento amaina algo. Seguimos dando bandazos. La ola la levanta el viento y se mantiene después de que este ceda.
Hay agua en la cámara (se vertió de la nevera improvisada con hielo)… decidimos quitar el Génova, meter motor y tomar un vino tinto.
Así, a la francesa, para darle alguna estabilidad al barco, pasamos la punta de la Mona dejando la Herradura por la aleta de babor.

Son las 12,10. Vemos a proa el faro de Sacratif y una luz roja intermitente por delante del faro: la baliza de babor del puerto de Motril.
Aún tardamos otra hora y media en llegar.

Avisamos por radio y el marinero nos da como referencia una bandera de España. Imposible verla en la oscuridad. La noche es cerrada y aún hay ola. Entramos y tras el espigón, al fin calma… nos deslizamos suavemente a 2 kts. hasta la luz intermitente de una linterna que mueve el marinero .

Atracamos.
El zarandeo ha terminado.
En Motríl
Los baños están limpios. No hay ruido en el puerto. Solo las drizas y los obenques que silban con el poniente que aún rumfa. No hay mosquitos… o están de retirada. 
Siempre hay razones para sonreír. Mañana será otra bitácora.  (en el bar de Morgan del puerto)
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Empieza en Bitácora 1 de 3
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Epilogo:
El poniente amainó esa noche y los días siguientes fueron de mar en calma, viento suave y disfrute de navegar a vela sin apenas ola.
Unas fotos para que os hagáis una idea:   
  
     
                    puerto de Motril                                             cabo y faro de Sacratif

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                     repostando gasóil






sábado, 15 de abril de 2023

Cochero con remolcador

Año de vientos del sur y NE (noreste) más de 20 Kts y gallegos (NO) a golpe de rachas. Ese entre  hastío y pereza post pandemia (aunque no tenga que ver con la mar). El caso es que el Narval ha navegado menos que años anteriores y los relatos de esas salidas, se han prodigado más aúnAsí que para retomar el hábito: ¡vuelta a escribir!

En este abril del 2023 una de las escapadas por la bahía la hicimos para fondear al socaire del puntal aprovechando, que aun siendo viernes, sólo hay un barco fondeado frente al embarcadero. Un velero alemán de unos 12 m. con una joven pareja a bordo que vienen y van con un dingui provisto de motor.

El día es calmoso: NO con pocas rachas de viento y a unos 9 kts,  nos permite llegar hasta el tumbabotes muy apegados a las boyas rojas. Hay marea de 72 y aún está bajando y el riesgo de encallar en el páramo nos obliga a mantenernos en la canal. Llevamos la bandera del barco a media asta, en respeto a los pescadores fallecidos del Vilaboa Uno, hundido frente a la costa de Santander este lunes. 

Bordo a estribor, bordo a babor, vamos avanzando hasta la boya 9. Otro velero nos da alcance por la popa y pendientes de él, obviamos al inmenso cochero que se nos viene encima procedente de la dársena de los mártires. Damos el bordo a babor y nos lo encontramos de proa a menos de 50m. El otro velero que también y casi a la vez dio un bordo en paralelo, se pone en facha para frenarse y dar paso al buque qué visto tan cerca nos parece inmenso.

-¡Nos desventamos!

-¡Hay que parar el Narval!

-¿Pero tiene frenos?

-¡Déjate de bromas! ¡0,2 m de agua bajo la orza!¡embarrancamos!

-¿Páramo o cochero?−

-Abre las velas ¡vira! ¡Cuidado, el remolcador da atrás y lo tenemos encima!

-¡No nos ha visto! Mayor abierta, pasa el foque ¡poneos en la banda de estribor para forzar la escora!

-¡Ay…!¡Casi!− 

Pasamos la popa del remolcador a unos pocos metros y recibimos con alivio la disculpa del patrón. Un saludo mutuo. Pasa y se aleja el cochero y vuelve la calma.

-¡Seguimos en la boya 9!−

Tanto da. Aún son las tres de la tarde y está subiendo la marea. El siguiente bordo nos lleva hasta la boya 6 y de allí directos al puntal.

Fondeo, comida y descanso. Volvemos a navegar en el blog del Narval... 









sábado, 17 de septiembre de 2022

COMO FURTIVOS POR LA CALETA

   La Caleta. Un bote con fueraborda de 9 cv y "el fibras". Un joven moreno, con bermudas, una sonrisa amplia; mirada amigable, viva, despierta.  Un pescador desde que nació, de doradas, ortiguillas y otras especies que pasan de sus artes a los bares del casco de Cai. Del Mentidero a la Viña y sus alrededores. De cualquier bar de guiris y locales que disfrutan de ese privilegio: comer de la mar local sin intermediarios, fresco y sano.

  Se maneja con el bote por los rompientes entre los dos castillos, como si la barca tuviera radar, sonda, carta de navegación y un cabo que fuera llevado por algún dios del océano. Pero no. Nada lleva el bote, salvo su habilidad y conocimiento. Nos acerca a una playa sin acceso bajo el faro del Castillo de San Sebastián... Se lamenta de las redes de los barcos "legales" que arrasan con todo lo vivo por las artes de pesca y en cantidades de diezmarlo todo.

Arribamos además de él ,Sara, su amiga y colega y mujer comprometida e inteligente, responsable de formación ambiental y área marina... Patricia, joven y despierta. Habilidosa coordinadora de acciones  y diligente ayuda en el barco, el diosa Maat, con el que andamos de campaña contra el uso del gas como renovable y al que hemos abandonado esta mañana para disfrutar de esta oportunidad  en Cádiz. está Luis, capitán en estos meses de la Diosa y yo misma,  voluntaria este mes de septiembre (parte de él al menos).

Como en las películas de piratas, descendemos del bote cerca de la playa saltando por las amuras y mojándonos hasta el muslo.

-¡Las piedras tienen verdín! ¡Cuidado de no resbalar!

Saltamos con el calzado puesto y la precaución de no caer al agua entre el golpeteo  de las olas y el vaivén del bote que oscila de babor a estribor. 

-¡Anclo el arpeo!

-Yo bajo las mochilas

Baño, sol, viento suave.  

Restos diezmados de ánforas milenarias  que El Fibras reconoce sin dudar; cantos negros pulidos por cientos de años de los traídos de ríos para lastrar los navíos...

-¿Volvemos?

-¿Hacemos una salida "por fuera" del castillo, a mar abierta y volvemos a la Caleta?

-¡Vale!. Pero ¿ no hay mucha rompiente?

-Ja, ja, ja,-ríe el joven- Pasamos por el ojo del puente , la marea sube, es fácil.

¿Fácil? El ojo se me antoja minúsculo y el agua entre los dos lados se besa con pasión generando ola...

-Vamos pues.

Subimos a bordo como bajamos. Enfilamos entre rocas, bajíos, hacia el ojo del puente que lleva al castillo. Luis coge la caña relatándonos su experiencia desde niño con botes similares, en la bahía de Santander, también para pescar con su padre. Maneja la caña con seguridad inapelable y surfea las olas de rompiente con precisión y suavidad. Nos acercamos...

-¡Ahora! ¡Acelera! ¡Rozando por la amura de estribor y libras!

Pasamos  bajo el puente por su ojo y salimos al Atlántico dejando Cádiz por la popa y ante la mirada desconcertada de un par de pescadores a caña del  muro... y tras una milla aproximadamente, viramos y volvemos con el viento por la aleta y sobre el oleaje, a pasar a la inversa por el mismo ojo del puente del castillo de San Sebastián y caemos en la Caleta repitiendo el momento de vértigo y emoción.  Serpenteamos entre los botes fondeados y recalamos en la rampa del muro. Nos volvemos a mojar al desembarcar entre las olas y alegres terminamos la tarde en los bares de la Viña.

Frente a  nosotros el sol se va a dormir sobre el horizonte tras un biombo gris que le hace una nube. Termina la tarde...                                                 





miércoles, 19 de enero de 2022

SORPRESA EN LA 1ª LUNA LLENA DEL 2022

Pasó el otoño del 21 y ya estamos en Enero del 22. 

Son tiempos de desconcierto, lutos y perdida de hábitos sociales y personales, de incertidumbre, de inquietud.

Una partícula ínfima, invisible para la humanidad nos ha encogido y asustado. Nos obliga y nos tensiona. Nos recuerda que somos parte de lo vivo y por ende, vamos asumiendo a trompicones lo poco que conocemos y asumimos nuestra parte como especie dentro de la red de vida, del ecosistema al que aunque lo ignoremos, pertenecemos.

Así andaba desvariando en la bañera del Narval en esta invernal salida por la bahía, tras un noviembre de diluvios, un diciembre sin viento o con demasiado y unos días de calma pero luminosos y nítidos, de gran belleza.

La mar estaba como un cristal a pesar de los 5/8 Kts. El agua limpia, limpísima, tras días de chocolate por las lluvias que han hecho vomitar a las rías llenándolo todo de barro y palos...

Además la marea estaba alta al rebufo de la primera luna llena del año. La luna vieja o del Lobo, según culturas.

El Narval se desliza contento bordeando las boyas rojas con escora forzada pues nos sentamos en la borda de sotavento para animar a las velas a cazar el máximo de la leve brisa que nos va llevando canal abajo, hacia el fondeadero de la Magdalena.

Es un momento de calma, que invita a pensar, a repensar, a no pensar...

-¿Sale el Ferry?

-No, no se vé humo en su chimenea

-Entonces entra un mercante, porque sale la lancha del práctico

-Sí, asoma la proa por las Quebrantas

Maniobramos para caer a babor, del lado de la ciudad y no estorbar la maniobra del barco y también para ahorrarnos la pitada que nos haría si nos considerara un "estorbo" en su derrota. En apenas unos minutos ya nos ha cruzado. Es un mercante de unos 50m de eslora con un par de grúas altísimas...

-¡Lleva bandera amarilla izada a babor!

-Si: "libre de enfermedad a bordo y pidiendo aduana"

-Antes de la pandemia no nos fijábamos si la enarbolaban. Ahora todos los barcos han de desplegarla

-Las olas que levanta el transito del mercante nos hacen dar tres brincos potentes que cojemos por la aura de estribor con agrado. Estamos frente a la llamada Duna cuando:

-¡¡delfines!!

-¿Que dices?

-!Sí! Vira, ¡a babor, frente a la bocana de Puerto Chico!

-¡Son una manada!,¡más de 15!

-¡Nos rodean! ¡Voy a proa! 

-Toma el movil, es una maravilla...

Soplan, resoplan, entran y salen, brincan...y desaparecen todos a la vez.

-¿Los ves?...

-No, pero tienen que salir a respirar.

                                          
Pasados unos minutos sale la manada de nuevo...

-¡Vira por babor y vámonos, no les molestemos!

Enfilamos a la Magdalena, tomamos boya  allí y vamos observando como la manada sube por la canal, baja hasta la boya 4, vuelven a subir... 

El contraluz de la tarde las ilumina y les vemos "bailar" en él, las boyas  y al fondo el puntal, todo un espectáculo.

Comemos, charlamos...

-¿Volvemos?, Hay 8 Kts

-Vale, por la aleta, y a orejas de burro.

Nos deslizamos suavemente, ahora sin escora que vamos de popa y por el páramo, con la marea de 90...

-¡Los delfines!

-¡Sí, saltando entre dos óptimis! ¡Qué cara tendrán los niños que los gobiernan!

-Parece que se van, que salen de la bahía

Sorprendente esta singladura de luna llena. 

Volvemos contentos. 

Hay vida. Hay esperanza.







 















































 

viernes, 10 de septiembre de 2021

OTORANO, AMBIENTE Y VIRAZÓN

Septiembre. Terminó el veroño y comenzó el otorano.  

Sol, NE ¡cálido! (algo está pasando), el Cantábrico con tan poca ola que ni se despeina. La luz ya cae inclinada y empiezan los ocres a tamizar el verde, el azul, las playas.

Luna nueva: mareas vivas de 101: altísima la plea (a una cuarta de desbordarse por el muelle) y la bajamar tan baja que deja el páramo a la vista en su totalidad y la canal parece un río...

Las medidas anticovid dan un respiro y las amigas de mis amigas llegan de visita. Un desembarco por todo lo alto tras este tiempo de sequía emocional... Llega Magali de Xixón, con MºJose (Guipúzcoa) y Mamen (la Palma), si, de Canarias.

¿Qué a Mamen le hace ilusión un paseo en el Narval por la bahía? pues lo damos. El día es bueno, la marea óptima y aunque hay N.O. (gallego) el viento es flojo y olvidé aquello de que "con gallego a cubierto", así que zarpamos tres de cinco rumbo al puntal por la aleta y alegremente. Dos conmigo al barco y el resto se queda por la ría de Astillero paseando.

Navegar sobre el páramo con 3 m de agua es una maravilla porque hay espacio, no hay que lidiar ni esquivar balizas, boyas o mercantes, motoras ni veleros.

-Sujeta la caña ¡voy a izar!

-¿La caña? ¿bebemos cerveza?

-¡No, el timón!

-¡Ah, vale, es que no sé la jerga marinera...

-¡A la vía!

-¿Cúalo? pero si no estamos en el Hospital...¿qué vía?

-Ja,ja... ¡no! "al medio" para mantener el rumbo

-Vale. Que raro hablas en el barco...

Y así, entre chascarrillos, trompos y otras alegrías, íbamos llegando hacía el puntal.

-¡Aquel barco viene hacia nosotras!

-Sí, ¡por babor! Es un Sum 2.000 verde que hace la maniobra de abordaje a la perfección maniobrado por Luis, que está navegando en sus personales rumbos.

-¡Hola! ¿volvéis?, pregunto

-Sí, venimos de Mouro

-Nosotras vamos hacía el puntal 

-¡Nos vemos luego!, ¡buenos vientos!

Los barcos pasean sus bordas próximas y en rumbos contrarios y sus estelas marcan un paralelo durante unos minutos no exento de belleza.

¿Buen viento? apenas han pasado unos minutos y estábamos planteándonos en si volver al puerto o seguir al puntal, cuando el cielo azul ribeteado de nubes blancas ocasionales en un plis plas, se torna negro, sube la velocidad del viento y las rachas empiezan a ser de 20/23 N. La bahía se encrespa y se ponen las olas picudas, verdes...

-Virazón, pienso. Aunque tiene otras acepciones en El Barrio pesquero le dicen a un cambio brusco de tiempo que se avisa con vientos fuertes, nubes negras, mala mar y lluvias, si viene como es el caso, del oeste.

Allí en El Barrio, se persignaban pensando en los pescadores y para que volvieran todos y sanos...

-Chicas ¿volvemos?

-Vale, parece que se nubla. Y tanto, pensé yo...

La virada tuvo su gracia con marinería poco experta, porque si el timón iba a un lado, el Génova iba al contrario y al cazarlo, el timón, ya estaba del lado opuesto cual peonza. 
Pero viramos. Puse rumbo al extremo norte del puente de Calatrava. El viento sube, las rachas llegan a 27N (más de 50km/h) o damos bordos o recogemos trapo porque nos viene de proa. Mis grumetas invitadas se abrigan y charlan de sus historias mientras disfrutan del vendaval. El bordo que llevo me saca de rumbo, me abate si abro la mayor.  Hemos llegado derivando  por la fuerza de las rachas, al través con la Botín. La marea está bajando (1,9 m), las crestas de las repentinas olas nos salpican. Decido ser conservadora...

-¡Sujeta la caña como está! Proa a los silos verdes, al viento.

-Suelta la escota, la azul de babor ¡ahora! El enrollador no falla y en un ¡zas!, el Génova vela está recogido.

-Sigue así, Mamen, ¡la proa al viento!
La mayor flamea, se agradecen los sables completos en este momento porque el flameo es más suave, mas amortiguado, sin golpeos, tiro del cabo de arriar y suelto el stoper de la driza. Rápido y sin complicaciones y desde la bañera, la vela esta en su cuna en la botavara. Las olas nos zarandean...arranco el motor.

-Pareces seria ¿te pasa algo?
-No, estoy concentrada.

Hasta el puerto y a motor quedaba poco y el atraque fue labor de equipo haciendo cada cual lo que se le explicó que hiciera de camino al pantalán.

-Bien por la marinería. Con el viento de proa coser y cantar.
-Titulo de bautismo con sobresaliente para las chicas.

Volvimos a encontrarnos las 5. A reírnos y celebrarlo, ahora sí, con unas cañas.
Ah, y cosas del tiempo: amainó y no llovió.


 







domingo, 5 de septiembre de 2021

A Tina Mayor en la 5ª ola

Empieza a decaer la 5ª ola de la pandemia. 
Última semana de agosto, de este "veroño" y afortunadamente porque la península, la Iberia romana, se ha cocido cual gamba bajo un sol inapelable de mas de 48º, algo que ya es tendencia, el inicio de un cambio de clima (y espero que de cultura) que nos extingue. Parte de la humanidad sigue de fiestas multitudinarias sin arrimar el hombro, actuar, adaptarse, dándose de comer al COVID y esparciéndolo cual aspersor... extraña y singular especie la nuestra.
  
Estos desvaríos pasaban por mi cabeza cuando bordeábamos a lomos del Narval Cabo Mayor. 

Semana de NE (la primera siendo la última) enfilamos hacia occidente, hacia poniente, hacia las Tinas. El viento es suave y la mar apenas levanta medio metro de ola. La costa se deja ver brillante, con esa luz neblinosa del verano Cantábrico,  "frise", que oculta la cordillera y los Picos y tamiza el verde/azul de la orilla.

Los acantilados, pasando el Cabo de la Lata en Cueto, van dejando de serlo y la costa se alinea con la mar hasta la Maruca. Hoy no hay mar de fondo ni gallego, así que no hay barra y disfrutamos de la vista de la entrada de esta pequeña y angosta ría y su playa, pues vamos con bajamar.

Navegamos a unas cuatro millas de distancia (unos 7,5 Km) de la isleta de la Virgen del Mar. Desde aquí no vemos la ermita pero si su rocoso aunque no muy elevado perímetro. 
Enseguida tenemos por el través Costa Quebrada, la admirable linea de
formaciones a modo de islotes paralelos a la costa, trazos enrocados de una costa perdida por los envites de la mar que se enredó con el tiempo para hacer maravillas en el paisaje. Moles milenarias que nos recuerdan y avisan que el planeta esta vivo, cambia, muta y se adapta invitándonos a imitarlo...

Seguimos disfrutando ahora con un espacio bajo con la Picota al fondo: el arenal de Liencres, la ría del Pas y la playa de Mogro al otro lado de esta. Playas y espectáculo que disfrutamos y rogamos que siga siendo perpetuo sin que osemos alterar su ecosistema natural.

Vuelve la costa a elevarse y a recrearnos con nuevos islotes que la protegen: Solita, Casilda, Pasiega, Segunda y la imponente De los conejos. Las pasamos despacio, admirándolas hasta tener a Suances a la proa construida en la ladera este de un cabo que la proteje de las borrascas y con la ría de San Martín que se hace mar a sus pies. 

Tenemos las islas a babor y la ría a proa. La marea esta a medias y el calado puede ser escaso para llegar al pequeño puerto pesquero. No vemos barra, aunque algunas olas saltan barriendo sin gran interés la baliza de demarcación de entrada. Cuando hay ola, "barra", todos los entendidos y las guías desaconsejan el intento de entrar pues es fácil zozobrar.
-Me aproo y bajas la mayor
-¡Preparada!¡arranca antes el motor!
-¡Ahora!
Tiro con fuerza e intensidad del cabo de arriar la vela y suelto a la vez del tirón la driza de la mayor y en dos gestos la vela se acuna sobre la botavara guiada por la rapidez del movimiento, la corrección de la proa al viento y los laisse jack que la dirigen sin que se enrede. Viramos manteniendo el Génova y cogemos viento hacia la entrada. A babor la baliza roja y el muro, a estribor el arenal del playón de Suances asomándose bajo el agua.
Video de la entrada aquí
 Vídeo de la entrada aquí

-¡Pon el navionics para comprobar el calado!
-¡Atenta, hay que entrar con arrancada para pasar bien la ola!
-¡Acelera! ¡No tanto!
-¡Entramos!
Hay un no se qué de placer químico, un chute de neurotransmisores que te alegran y motivan al comprobar que la maniobra nos acerca al puerto sin contratiempos.
¿Sin contratiempos?... el puerto es de pescadores y es pequeño. Hay un par de pantalanes de recreo a babor pero carecen              de un atraque de "cortesía".  

Nos abarloamos a un pesquero no muy grande y tras terminar de poner defensas y amarras por el seno, un joven que se identifica como el patrón, nos alerta de que saldrá a la mar de madrugada, a las 4 am. Nos sugiere cambiar de amarre al costado de otro pesquero que no saldrá tan pronto en el muelle colindante sur.
-Suelta primero la popa que el viento nos abate
-Cuidado: no hay calado por proa
-¡Atenta a la motora de estribor!
-Pon una defensa grande a la altura del cintón por babor, doy la vuelta y nos acercamos por esa borda
Me descuelgo sujeta a los obenques amarra y bichero en mano y dispuesta a saltar a la regala del pesquero 
-¡Atrás! ¡atrás! ¡vira! ¡tiene un acero que sobresale medio metro por la borda, nos acuchillará de proa a popa!
-¡Es un instrumento para largar las redes!, puede recogerse... (nos grita el patrón desde su barco) ¡Tarde, vamos rápido, no hay espacio, no da tiempo!
-El motor ruge atrás, adelante... ¡el pesquero de popa! ¡el de proa! ¡cuidado! ¡el bichero! ¡Casi!
La maniobra ha sido de infarto, Luis ha mantenido el temple y yo he utilizado el bichero a tiempo. No hay daños pero seguimos en mitad del puertuco, sin visos de poder atracar.
-¡Hay un espacio en el deportivo! Finalmente conseguimos amarrar allí sin sobresaltos.

La noche fue para olvidar. Entradas y salidas de pesqueros... motores que gruñen, voces sobre aparejos y al amanecer el guarda muelles que nos invita a irnos porque allí no se puede estar.

Salimos de nuevo por la barra con marea alta. Conejera nos despide solemne bajo el brillo de la madrugada y decidimos, salvo emergencia, no volver por Suances.
De Suances a Comillas 12 M; de Comillas a san Vicente 5M y de San Vicente a  Tina Mayor 6M más. Total 23M. El día esta en calma, la mar seguía sin ola, el sol sin velos ni nubes y el momento para entrar a la ría era a las 6 pm, porque es marea alta. Ibamos sobrados de tiempo considerando el madrugón.

 Pesca con palangre
Pasamos la punta del Dichoso y su faro. Dejamos el barco al pairo para disfrutar de un baño que espabila, bueno un cole, y seguimos costeando. 
La costa ahora vuelve a ser escarpada y guarda calas de arena blanca: los Locos, la tabla, Sta. Justa, el Sable, y punta bellota que no deja verse... navegamos lento, pausado, con la misma bruma de ayer.
-¡Cóbreces! se ve el monasterio
-¡Comillas, al oeste!, se ve el seminario
¿Largamos una cacea? Vale, nunca hemos pescado desde el barco.
Nos hemos cruzado con varios palangres y tenemos a la vista dos pesqueros. Siempre hay que ir oteando por que la mar que parece vacía, puede contener sorpresas. Largamos el sedal y seguimos costeando. 

Hemos perdido de vista el cabo de Suances y se perfila el de San Vicente. Comillas y su costa de través van saliendo de la bruma, el cielo ya es azul y se agradece el Bimini...

Mediodía y el perfil de Tina Menor se dibuja por la amura de babor. Los acantilados comprimidos y de forma diversa están a nuestra vista.
-¡Un tirón!, otro, otro y ¡otro!
-Pican!
Si. Un pez. Un chicharro de 60 cm. que terminó lamentablemente para el, en la sartén de la cardan. Fue un festín que agradecimos a la mar y que nos ayudó a pasar las 2 h. que quedaban para la pleamar.

-¿Aquel faro?
-¡Asturias! el de San Emeterio, cerca de la cueva del Pindal. La Tina aún no se ve, se confunde con la orografía entre la punta de la Tina (Asturias) y la punta de la Barrera (Cantabria).
Tina Mayor a penas se ve desde aquí, ¿ves el camping?
-Allí no hay entrada
-Si, al acercarnos se va viendo...
-¿Vamos?
-Faltan dos horas para la plea... ¡venga lo intentamos, no hay ola!
Nos acercamos despacio, saboreando el recorrido, las puntas, la costa, la imperceptible ría... 
Las banderas de Cantabria (el Lábaro) y la asturiana ondean en el mástil de estribor, el oficial, solemnes. Arriamos velas, no hay viento. Todo está impregnado de quietud. 
A motor nos vamos acercando de proa a la Tina. Poco a poco aparece la entrada de la ría. Poco a poco la magia del momento empapa barco y tripulación. Deslizándonos, destilando emoción y prudencia, el Narval se centra ante la Tina. El Deva se sala en ella y la mar nos entra dulcemente entre sus dos muros naturales de Asturias y Cantabria. Las cuevas de punta Barrera están a la vista añadiendo aún mas belleza al momento.
 vídeo aquí
-¡A babor! ¡roca por estribor! ¡mas! 
¡10 grados!
Voy a proa, atenta y con bichero
-Aproxima al Pedrero...¡No tando! ¡no hay fondo!: ¡a estribor!
-Hasta las balizas. Cuidado hay rocas. 
-¡A babor! Un tronco hundido a proa
-¡Pasamos a 0,5m según la sonda!
-No veo el fondo, hay reflejos...
Al fin estamos de través ante el pequeñísimo puerto de Bustio. Un paisano amablemente nos indica dónde amarrar. El muelle esta lleno de pesqueros. Aquel no sale mañana... 
Esta vez sí: largamos cabos, ponemos defensas, aseguramos el amarre.
 vídeo entrada y vídeo de salida
Silencio. Quietud
Paz
Un par de gaviotas
Surge una brisa de pronto que me envuelve, caracolea por mi pelo y se escapa...
Dos mariposas blancas
Salta un pez
Un lugar eterno.

La noche fue en calma y la primera 
marea nos devolvió al Cantábrico sin problemas y sin viento. 48 M con la mar como un cristal.
A Santander cansada pero renovada. 
He vuelto.


*amarras por el seno: que le amarra va y vuelve para poder soltarla desde el barco 
https://www.nauticayyates.com/navegacion/trucos-amarras-por-seno-windex-con-luz-receta-cazuela-fideos-lenguado/
https://www.nauticayyates.com
*Cintón: defensa que lleva el barco de proa a popa para proteger la borda de rozaduras.
* regala: Tablón que protege la parte superior de la borda.
* cacea:es una modalidad de pesca que se basa en el arrastre del aparejo, se realiza mejor desde una embarcación. El anzuelo va dentro de un pez falso (señuelo). 
* Bimini: toldo para protegerse del sol en un barco.
*Cardan:cocina de a bordo que se coloca de manera que siempre permanezca equilibrada aunque el barco escore (se tumbe)