"El Handala" zarpa hacia Gaza para romper el bloqueo marítimo con dos activistas cántabros a bordo. Este ha sido el titular del Faradio del 26/06/24. Ciudadanía, activistas y otras personas sensibles al genocidio que está ocurriendo en Gaza y con la infancia en el centro, estuvieron en el muelle de los Raqueros para despedirlo y apoyar su periplo.
En la noticia del Faradio se incluye el siguiente párrafo "Eso en tierra, desde el propio mar les ‘escoltaba’ una embarcación, el Narval, con miembros de Ecologistas en Acción a bordo, que les acompañaba en su despedida de la Bahía de Santander recordando así la conexión entre todas las luchas y la búsqueda de un objetivo común."
Unos días antes la patrona del Narval recibió la solicitud de participar en esta campaña desde la mar. Y no dudó.
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-¡Acceder por la proa y una mano siempre en el barco y a los aceros!. ¡No al aluminio del Bimini o la capota...!
Demasiado tarde y la capota se achaflana.
-¿Habéis navegado?
-No.
-¿Nadie?
-No.
-¡Empezamos bien!, pues adelante. Va a ser un bautizo intenso en tiempo y forma.
Luis Cuena, veterano de Ecologistas Cantabria, trae una bandera de "solo" 7x5 m., tan larga como la eslora del barco. La alargamos enrollada por la banda de babor que será la que se vea desde el muelle. Izamos una Palestina en la banda de babor del mástil que traía otro de los, aún, aspirantes a grumete. Desplegamos en popa el pabellón español, y compruebo que funciona la electricidad, el motor y poco más, ya que el cable del anemómetro se partió en lo alto del mástil (cosas del salitre) y aún no está arreglado. Por suerte no hay apenas viento, lo que nos facilitará desplegar el banderón...
Colocamos a Pedro de proel, vamos, en proa, sobre parte de la bandera para que no la levantara el viento aparente y así aligeramos la bañera. Tratamos de no golpearnos la cabeza con la botavara, instrucción que supieron cumplir sin titubeo toda la travesía.
-Partimos!. ¡Mantén la caña a la vía!
Suelto las amarras de proa y salto rápido a la bañera para salir de popa y enfilar a la salida del puerto...
-¡El timón está levantado!, ¡No gobierno!
Estamos virando para tomar rumbo y entran dos veleros ya a motor, sale un batel y nos enfila una motora en rumbo de colisión. ¡Ley de Murphi!. La marea está alta, es de 75 y nos da margen para enderezar el timón y recuperar el gobierno sin percance a pesar del bamboleo a babor y estribor que hicimos. Habrán pensado que salíamos pasadas de vino...
-Sin más percance llegamos a la dársena que da entrada al barrio pesquero. Allí estaba atracado el Handala. Un pesquero habilitado para la travesía y que salió de Oslo hacía Gaza. Nos reciben con entusiasmo y desplegamos la bandera mientras llega la hora de la partida: las 20,30. Lo han atracado en un lugar sin paso libre de publico, así que solo están la tripulación, el voluntariado, y el personal del puerto, incluida la policía portuaria. Esther, la grumeta más joven, se viene arriba: ¡vamos a abarloarnos al barco! Nos aproximamos pero permanecemos a cierta distancia para no entorpecer...
Es la hora y ¡zarpan! Recogemos la bandera y salimos hacia la canal. Cuando pongan rumbo, nos dejarán atrás. El Narval es más lento...y no hay viento.
Vamos alegres por la acción y enfilamos al muelle de los Raqueros que es donde está la convocatoria de apoyo en tierra. Mientras el Handala avanza del lado de las boyas rojas a media máquina hacia la bocana del puerto haciendo sonar su bocina al tener el muelle de través, ¡buena proa!.
Nos acercamos al muelle. Hay unas 100 personas... pero están ¡del otro lado de la boya amarilla que marca el campo de fondeo del Club Marítimo! No podemos pasar hasta allí. Aún así desplegamos la bandera de nuevo, y así, vemos salir al Handala hacía Mouro... y participamos por tierra y mar con el reto de entre todas las personas de buena voluntad conseguir la paz y la justicia en Gaza.
Volvemos en calma. Calma en la bahía, sin viento y con una tormenta de rayos impresionante sobre Peña Cabarga.
-¡Lloverá antes de atracar!
-¡No lloverá!
Pues...sí. Llovió. Bautizo en toda regla del grupo. Pero esa, es otra historia.
Epilogo: Javi, con barba, manejó el bichero como un profesional y Pedro saltó como un gamo al pantalán a trincar al Narval con las amarras de proa. Así pude hacer un atraque impoluto bajo la tormenta. Listos estos muchachos y aguerrida la joven Esther...
AUPA TXAPELDUNAK!!
ResponderEliminar¡aupa!
EliminarQué emocionante despedir a la maravillosa tripulación del Handala desde el mar y sentir el apoyo de la ciudadanía cántabra al pueblo palestino y a su causa. Qué paciencia tuvo Marisa con toda la tripulación novata y qué bien nos explicaba todo! Como la excelente pedagoga que es.
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