lunes, 15 de julio de 2019

COSTA ATLÁNTICA 2019. De Vigo a A Coruña

Esta singladura no fue en el Narval, sino como se deja leer, en el Diosa Maat de Ecologistas en Acción.   
Navegamos para dar voz e imagen con acciones de esta asociación a los grupos sociales que defienden y protegen un lugar tan sensible y hermoso, único, como son las rías gallegas. 
  Día 1, Vigo. Pesca y turismo sostenible. Un puerto deportivo de complicadado acceso y mejorables servicios, al que se le dio bandera negra. Avistamos delfines. 
Isla de Tambo, frente a Marin. Reservada para practicas del ejercito.
 Día 2, Ría de Pontevedra. Atracamos en Sansenjo porque en Marín no nos dieron pantalán. Puerto de yates de gran postín. 
Nos contaron como la papelera que en el 1959 desplazó a punta de bayonetas a las familias que habitaban ese terreno (de este relato no he encontrado documentación pero una anciana preguntaba si "podía hablar sin represalias" y lo considero creíble) hoy sigue dañando tanto a la ría como al aire con sus vertidos de mercurio -metal que utilizan para extraer cloro- entre otros problemas de
contaminación. Amén de los bosques de eucaliptos que han desplazado al bosque local.  
Papelera. Isla de Tambo al frente
 No pudimos pasar por debajo del puente de Mollavao, por la altura del mástil, pero nos mantuvimos en la ría hasta que terminó el acto local a pesar de que garreamos, pudiendo salir de inconveniente sin más sustos.
  Día 3, hasta O Freixo. Puerto de pescadores, nos abarloamos a un histórico velero de 1916, el Vieta, tras una navegación de viento fuerza 5 y olas de 1,5 m, que nos obligaron a recoger el Génova y lucir la trinqueta (o tormentín). 
Avistamos delfines frente a las islas Atlánticas, un pescador desde su motora nos regaló 6 frescas y suculentas Sardas tras lo que bordeamos por el oeste Sálvora antes de que arreciara el viento hasta los valores dichos. 
Hasta quedar al socaire de la ría -unas horas intensas- nos distrajimos con canciones locales y anécdotas, para mantener el espíritu de navegación bien alto. La pericia de nuestro capitán quedó confirmada una vez más. 
Islas Atlánticas
 Participamos en una rueda de prensa, charla  con diversas asociaciones y visita al velero. La antigua mina nazi de Wolfranio se quiere volver a abrir a pesar de haber dejado la zona más que contaminada en estas últimas décadas. El lugar es paisajísticamente más que hermoso. Además nos deleitamos con pollo, cachelos y pimientos del lugar, cena a bordo exquisita, que solo los no omnívoros se perdieron.
Faro de Fisterra
 Día 4, a Finisterre. Partimos amaneciendo con viento suave y una ría sin ola que nos permitió alcanzar los 5 kts solo con el Génova. Así doblamos el cabo de Louro y enfilamos a Finisterre que se dejaba ver tras los baixos de Ameside. Disfrutamos de una vista espectacular de la playa de Carnota y nos quedamos a palo seco (sin viento) frente a la costa de Dexo. El motor hizo un extraño y se paró aunque arrancó sin suspirar. No obstante y dado el calor, decidimos tomar una pausa y darnos un cole en el fresco Atlántico cerca del cabo O Pentonciño, sobre el que se yergue el que es probablemente el faro más visitado del mundo, el faro de Fisterra.
 Tomamos tierra en el pantalán de cortesía del puerto de pescadores que tenía agua pero no electricidad, lo que nos impidió cargar las baterías de los móviles pero nos animó a subir cual guiris al faro y despedir allí el día.
Madrugada, embocando  Finisterre
 Día 5, a A Coruña. Lo previsto era ir a Camariñas y al siguiente día a Coruña. Dado que la previsión para este último tramo daba olas de 2 m y vientos con ráfagas de 25 kts, se decidió llegar hasta A Coruña. Salimos de madrugada con viento de 11 kts y ola de 1m por la amura de babor. Pronto, doblado el cabo, tuvimos que prescindir de las velas pues el viento nos llegaba por la proa y al ser larga la singladura, no era cuestión de dar bordos. La tripulación pudo dormir hasta el Faro de Touriñan, que bien nos esmeramos en no dar pantocazos, y hasta Mugía bien le echamos 3h largas. La Costa da Morte es también espectacular con una belleza más que sobrecogedora por sus acantilados y riscos y por los mágicos faros que la adornan. Pasado el cabo Vilán, (primero en contar en España con sistema eléctrico y testigo de más de 60 naufragios) viento y olas fueron progresivamente amainando hasta quedar frente al Faro Roncudo, como un plato. Desde punta Nariga avistamos la isla Sisarga Grande, que el capitán decidió pasar por nuestro estribor mientras Malpica aparecía como primera villa en muchas millas. A partir de ahí disfrutamos de la costa hasta A Coruña donde llegamos a las 24 h, cansadas pero admiradas de tan impresionante "paseo" tras rodear la torre de Hércules, nuestro último y soberbio faro, patrimonio de la humanidad, hasta el puerto de Marina Real, en el corazón marítimo de la ciudad. 
 Día 6. Final de este grupo de voluntarias que no de la campaña de velero Diosa Maat. Esperamos que se frene la contaminación y se conserven los recursos para todas nosotras.

Enlace con el informe de estas acciones aquí                        Singladuras
Vídeo resumen 1´06:                                                                            


Tomado de CMA

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