Amanecemos buscando un servicio de gasóil. No hay. Sólo nos queda ir a buscarlo con bidones. A media mañana el motor tose, pero no arranca. Arranca pero tose.
-¿Salimos?
-No. Hay que asegurarse que irá bien, (algunos opinan..). Otro sabe de motores y limpia no sin esfuerzo, los filtros.
El motor arranca pero sigue tosiendo. Tose y se para.
-Es preciso que lo revise un mecánico. El criterio del patrón es inapelable. Localizamos a uno dispuesto a venir ya. Ya …nos dan las 15 h.
- ¡Algas! ! Un tapón de algas en uno de los conductos…
Por fin y con seguridad, soltamos amarras y teniendo todo a son de mar, enfilamos a la entrada del puerto de Málaga.
Un ferry entra, un catamarán sale. No. Se da la vuelta. Hace un poniente brutal ( 23/24 kts) con ola de unos 2 m.
-Vamos a por gasóil?
-No. Nos zarandeamos…-La gasolinera esta en el Candado y con esta mar la entrada al puerto es arriesgada.
-Y…¿con esta mar navegaremos con 40 l. de gasóil?
-Entraremos a por él en la caleta de Vélez que está mas accesible, a unas 40 millas (unas 6 h) y después fondearemos para pasar la noche en la Herradura.
La ola es de través y es… ¡cataplaf!!, el barco se bandea de babor a estribor impetuosamente. Las olas corridas, más que picudas nos zarandean. Parece que estuviéramos en una batidora.
Estoy en el camarote colocándome un pantalón largo para protegerme del sol y soy lanzada contra los paneles de babor a estribor como un fardo. Se me resiente el costado que ayer me golpeé
-Partes blandas y no costilla, pienso, pero doler, duele.
Me quedo en la cámara semitumbada para evitar resentirme más estando en la bañera. Durante 4h. y repetidamente damos bandazos: se abren los tambuchos por el ímpetu de las olas y lo bravío del viento…cae menaje… hay agua por el pasillo (¿la sentína?), las colchonetas de los asientos van ahora a babor ahora a estribor… Singladura movida. Bordos imposibles…
-¡Mucho trapo!
-¡Recogemos Genova ! ¡Cuidado con la escota! ¡Se suelta! ¡Agarraos! ¡Cuidado, hace de látigo y es peligroso! No tenia nudo de tope… pero finalmente se recoge la vela sin daños.
-¿Ves aquellas boyas amarillas?**He subido a la bañera.
-Si. Delimitan una zona.
-¿Las atravesamos?
-No, no. Hay que rodearlas. Marcan algo a lo que dar resguardo, ¡si! Hay un vivero!
Rodeamos la zona y caemos al puerto de Vélez; puerto pesquero y, justo a la entrada de babor, está la gasolinera. Son las 19,26 h.y cierran a las 19,30h.
El operario nos espera y nos coge cabo. Repostamos, ufffff.
No podéis quedaos aquí sancionan y no hay pantalanes libres.
-Pero la mar sigue tremenda.
-El poniente (ponientazo) cae con el sol. Aún así no fondearemos en la Herradura, mucha ola, dice el patrón
-¿Entonces?
-Seguimos hasta Motríl
Los baños están limpios. No hay ruido en el puerto. Solo las drizas y los obenques que silban con el poniente que aún rumfa. No hay mosquitos… o están de retirada.
El operario nos espera y nos coge cabo. Repostamos, ufffff.
No podéis quedaos aquí sancionan y no hay pantalanes libres.
-Pero la mar sigue tremenda.
-El poniente (ponientazo) cae con el sol. Aún así no fondearemos en la Herradura, mucha ola, dice el patrón
-¿Entonces?
-Seguimos hasta Motríl
-Pero, ¿hay atraque libre?
El patrón llama al puerto, el viento nos abate y hace la maniobra de salida todo un reto, la hélice de proa vuelve a ser de gran ayuda. Salimos de nuevo a ese mar encabritado y desmelenado. Hay atraque.. confirmado. Nos esperará un marinero para indicarnos desde tierra el lugar asignado.
Va cayendo la noche, la ola no decae.
-¡Las luces de navegación!
El viento amaina algo. Seguimos dando bandazos. La ola la levanta el viento y se mantiene después de que este ceda.
Hay agua en la cámara (se vertió de la nevera improvisada con hielo)… decidimos quitar el Génova, meter motor y tomar un vino tinto.
Así, a la francesa, para darle alguna estabilidad al barco, pasamos la punta de la Mona dejando la Herradura por la aleta de babor.
Son las 12,10. Vemos a proa el faro de Sacratif y una luz roja intermitente por delante del faro: la baliza de babor del puerto de Motril.
Aún tardamos otra hora y media en llegar.
Avisamos por radio y el marinero nos da como referencia una bandera de España. Imposible verla en la oscuridad. La noche es cerrada y aún hay ola. Entramos y tras el espigón, al fin calma… nos deslizamos suavemente a 2 kts. hasta la luz intermitente de una linterna que mueve el marinero .
Atracamos.
El zarandeo ha terminado.
En Motríl |
Siempre hay razones para sonreír. Mañana será otra bitácora. (en el bar de Morgan del puerto)
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Empieza en Bitácora 1 de 3
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Epilogo:
El poniente amainó esa noche y los días siguientes fueron de mar en calma, viento suave y disfrute de navegar a vela sin apenas ola.
Unas fotos para que os hagáis una idea:
Se pueden sentir los bandazos, el ruido del interior con menaje y cojines dando golpes...
ResponderEliminarEl olor a salitre y el del gasoil repostando
Gracias por el texto y las fotos. La singladura desde casa ha sido vívida y emocionante.
En Getxo la mar está en calma y sus calles ruidosas ,alegres y con músicas diversas, según las txosnas, celebrando las fiestas del patrón, San Ignacio.
Eskerrik asko Suka.
Que aventura Marisa, haces que lo estemos viviendo en primera persona
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